La ciudad perdida de Z: My Morning Jacket – Gideon (en directo, 2006)

Hay veces que intuyes que has hecho un ‘match’, pero no sabes muy bien cómo dar el primer paso. Buscas la manera y el momento, el dónde, el cuándo, pero antes que te des cuenta, ha pasado el tiempo.

De entre las bandas norteamericanas de los 2000 con las que tengo o he tenido una conexión emocional especial, como Midlake, Fleet Foxes, The Decemberists, Grizzly Bear, Minus the bear o Shearwater, a las que he dedicado varias entradas del blog, una quedó oculta entre la espesura. Había entrado y he salido de My Morning Jacket en diversas ocasiones, concretamente en It still moves (2003), Evil Urges (2008) o Circuital (2011). Esos ambientes entre el rock psicodélico, el folk alternativo, el stoner, las atmósferas densas, los sonidos y las texturas extrañas sobre esquemas aparentemente conocidos, un personal sentido del humor, un eclecticismo que dificulta trazar claramente una línea, para lo bueno y para lo malo. Todo me sonaba bien, pero me faltaba un clic.

Y el clic lo hice más tarde, con la pieza que me faltaba para el puzzle, el álbum Z, quizás lo más ambicioso que se han planteado (no he escuchado los dos volúmenes de The waterfall), y grabado en un momento de profundos cambios. Cambios en la formación (el guitarrista Johnny Quaid, esencial en los primeros trabajos de la banda, y el teclista Danny Cash abandonaron amistosamente la banda tras el éxito de It still moves), y, por primera vez, entró un productor externo, John Leckie, un nombre histórico asociado a nombres como George Harrison, Pink Floyd, XTC, The Stone Roses, Radiohead o Muse. Y toda esta experiencia adquiere sentido en un álbum tremendamente atmosférico, muy conectado a lo que empezarían a hacer en breve Fleet Foxes, pero en un camino tremendamente personal. Desde ese arranque casi espacial que es Worldless Chorus, el muy Radiohead It beats for you, el monumental Gideon, el más directamente rock What a wonderful man, el desconcertante y misterioso Off the record, el ligeramente inquietante Into the woods, el ‘uplifting’ Anytime, el épico Lay low y dos números finales entre los pastoral Knot comes loose y la atmósfera épica de Dondante. Z es un disco de muchas caras (literal y metafóricamente), que cubre una parte amplia de todo lo que son capaces de hacer My Morning Jacket (que me consta es bastante más por su fama de experimentar con sonidos y técnicas de grabación de voz e instrumentos) y que es una obra maestra del rock de los últimos veinte años a la que, aunque tarde, he podido buscar la manera y el momento.

Os dejo con una versión en directo de Gideon, uno de los temas de Z, que apareció en un mítico álbum en directo, Okonokos, de la gira de Z. Porque My Morning Jacket tienen un especial prestigio en directo.

Toni, ¿y qué hay de Band of Horses? Oops…

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