Something in the room she moves no es un álbum pop-rock. Ni pop. Quizás, solo quizás, podría ser un álbum de art-pop con toques de electrónica, jazz, clásica contemporánea…. Probablemente me ha encontrado en un modo muy receptivo tras un viaje profundamente conmovedor en el norte de Chipre, sobre el que volveré en algún momento. Para mí, ahora mismo, el nuevo álbum de Julia Holter me parece eso, un viaje profundamente conmovedor a nuestra parte más esencial, dormida, a nuestra conexión con la naturaleza, los silencios, los sonidos, los olores… Una obra de arte inmersiva, cinematográfica, desconcertante, pero a la vez cálida, en el que música, sonidos, silencios, voces, y ecos de lugares íntimos que desconozco o había olvidado se encuentran en casi 54 minutos de ensoñación.
Si bien mi recuerdo de su anterior trabajo, el notable Aviary es más experimental, áspero, a veces disonante, distante en ocasiones, Something in the room she moves es dejarte entrar en un espacio extraño pero acogedor, en el que dejar descansar nuestra mente agitada, para mirar el fuego de la chimenea hacia otros mundos. Algo en lo que conecta con anteriores álbumes de Holter que conozco, como Have you in my wilderness, Loud city song o esa destilación sonora de temas ya conocidos que era In the same room
Mis tema favoritos: Something in the room she moves funciona como un ciclo de canciones en continuidad, y no es, por tanto, fácil apuntar a temas concretos, pero apuntaría por ejemplo a Sun girl, This morning, Something in the room she moves, Meyou, Spinning o Evening mood.
Este último, Evening mood, es el que traigo para acompañar este viaje. Dejadlo entrar.
The Music Picker 
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