Historias de amor y guerra: Camel – The Snow Goose Medley (en directo en el Old Grey Whistle Test, 1975)

Entre los diversos prejuicios que encontramos en torno al rock progresivo, está ese que considera que está plagado de discos conceptuales sobre mundos fantásticos, elfos o personajes del Señor de los anillos. No pongo en duda que haya alguno. Pero a poco que conozcas un poco el estilo, sabes que no se trata de eso ni de lejos. Un día hablaré un poco más sobre este tema, pero quisiera proponer un ejemplo claro de lo contrario.

Camel es un grupo icónico del rock progresivo británico, una banda profundamente querida y de larga trayectoria aunque no haya llegado en términos de popularidad a la primera línea de unos Yes, Genesis, King Crimson, Pink Floyd, Jethro Tull, VDGG o ELP. En cierta manera es una suerte, porque nos permite a sus fans poder disfrutar de ellos con un poco más en la intimidad. En sus distintas etapas, Camel no ha sido extraño a los álbumes conceptuales, aunque a su manera. Así, su clásico Moonmadness (1976), sin ser estrictamente conceptual, intercalaba 4 temas inspirados en la personalidad de un miembro de su formación (en ese momento Andy Latimer, Peter Bardens, Doug Ferguson y Andy Ward). Por su parte, Nude (1981) se inspiraba en el famoso caso de Hiroo Onoda, un soldado japonés que durante años defendió su posición en una apartada isla del índico sin que nadie le comunicara que la Segunda Guerra Mundial había terminado. Y Stationary traveller (1984) contaba la historia de unos refugiados de Alemania Oriental tratando de cruzar el muro de Berlín. Tras unos años de parón, el regreso de Camel en los noventa se metería de lleno en lo conceptual con Dust and dreams (1991), inspirado en la célebre novela Las uvas de la ira, y Harbour of tears (1996) sobre la emigración de Irlanda a Estados Unidos tomando como base historias familiares de Latimer. Como veis, hay una lógica en estos conceptos, una mirada a momentos duros del siglo XX, como la minería en tiempos de la depresión o la Segunda Guerra Mundial. ¡Nada de elfos ni hobbits!

Y esto es válido para un álbum que me he dejado para el final, el álbum conceptual definitivo de Camel. The snow goose (1975) es una obra maestra instrumental inspirada en el relato corto homónimo de Paul Gallico. The snow goose cuenta la amistad y el amor platónico entre Rhayader, un pintor que vive en un faro abandonado en los páramos de Essex y una chica de la zona, Fritha. Fritha encuentra un ganso blanco, herido de bala y lo lleva al faro, en lo que será el inicio de su amistad con Rhayader. Tras curarlo, el ganso irá volviendo al faro en el periodo de migración durante años. Al llegar la Guerra Mundial, Rhayader y su barca desaparecen mientras intenta ayudar en la operación de rescate en Dunkerque. El ganso, que acompañaba en ese momento a Rhayader, regresa al páramo junto a Fritha, lo que interpreta como un adiós y una declaración tardía de amor. El faro termina siendo destruido por la aviación alemana, pero Fritha conserva como recuerdo el cuadro que Rhayader pintó sobre su primer encuentro, en el que aparece con un ganso blanco herido sostenido en sus brazos.

Quienes conocéis el álbum de Camel, sabréis hasta qué punto los distintos temas que componen el disco siguen meticulosamente la historia. The snow goose es una fábula, un cuento moderno, adulto, alegre y triste, simple y a la vez desbordante de emociones como pocas veces se ha visto en la historia del rock. A la vez progresivo y música clásica (cuenta con arreglos orquestales de David Bedford, quien trabajó también en esa época con Mike Oldfield), The snow goose es un disco que aunque cuenta con algunos ecos Oldfield (sin el éxito del que gozaba el creador de Tubular Bells dudo mucho que nadie hubiera puesto dinero en un álbum instrumental de este estilo) es sencilla, gozosamente único.

Estos días he vuelto a fondo con The Snow Goose aprovechando las nuevas ediciones de los álbumes clásicos de Camel y me sigue pareciendo maravilloso. Aquí os dejo un ‘medley’ en directo de la banda para el mítico programa The old grey whistle test en 1975, un complemento perfecto de un trabajo perfecto.

Postdata: hay que reconocer que Camel sí tenía un tema inspirado en El señor de los anillos, White rider…upss, no se lo digáis a nadie…

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